miércoles, 18 de febrero de 2009

"Voy a devolver hasta el último centavo"

Pese a que la operación en Colombia no tiene que ver con la acusación que la Securities Exchange Comission (SEC), le hizo a Allen Stanford, al señalarlo como el responsable de un fraude masivo por 8.000 millones de dólares, el gerente de la operación de la comisionista, Álvaro Cámaro, anunció la suspensión de actividades, así como el traslado y pago de los recursos de cerca de 6.000 inversionistas locales.


Después de que la Securities Exchange Comission (SEC) acusó al magnate Allen Stanford y a tres de sus compañías de cometer un fraude masivo, Álvaro Cámaro, gerente de la operación en Colombia desde hace dos semanas, no ha tenido un minuto de descanso y por ahora se dedica a capotear la tempestad de un escándalo que la prensa internacional compara con el caso de Bernard Madoff.
Aunque es claro que la comisionista local no está implicada en los hechos, el ejecutivo de treinta años de edad, no puede desconocer el nerviosismo que produjo la medida del regulador de Estados Unidos y que llevó a la administración de la firma a tomar la decisión de suspender sus operaciones como medida cautelar para garantizar la tranquilidad de cerca de seis mil clientes en el país.

¿Cuál es el procedimiento que debe seguir un inversionista que quiere trasladar sus recursos a otro puesto de bolsa?

Lo único que tiene que hacer el dueño de la cuenta es traer una comunicación a Stanford en la que diga que desea que su portafolio sea trasladado a otra firma comisionista. Ese es un trámite que se hace el mismo día y la gente va a tener sus recursos en otra firma a más tardar en la noche. Las personas que tienen saldos a favor, es decir, que tienen dinero en efectivo, simplemente solicitan que se les haga restitución de ese dinero, la compañía gira un cheque con cruce restrictivo únicamente al primer beneficiario y listo. La última fase son las carteras colectivas: hoy sale una convocatoria de adherentes que invita a una asamblea que se va a hacer el próximo miércoles para las tres carteras colectivas, en la que todos van a decidir qué quieren hacer con el dinero para proceder a la devolución de los recursos o si quieren irse con una propuesta de una administradora comisionista de bolsa o una fiduciaria.

Pero Stanford Colombia no ha cerrado sus puertas...

En este momento estamos en inactividad. No quiere decir que nos estemos liquidando sino que estamos concentrados en devolver el dinero a los inversionistas que invirtieron su plata en pesos. Ese es nuestro foco y nuestra atención prioritaria en este momento. Una vez esté solucionado empezaremos a mirar (dependiendo de quién surta en su posición de accionista), dado que en Estados Unidos están secuestrando bienes de Stanford, dará las directrices de lo que será el futuro de la compañía. Por ahora queremos un marchitamiento ordenado de las operaciones, reducir nuestra base de clientes, salir de nuestras carteras colectivas y evidentemente reducirnos a una sociedad que seguirá operando a un costo mínimo. Es un tema operativo complejo porque es atender a muchos clientes que están dando órdenes de traslado pero el estar inactivos en bolsa nos facilita este proceso.

¿Sintió el respaldo de la Superintendencia Financiera?

Lo único que ha hecho es apoyarme. He tenido la Superintendencia a mí disposición y la entidad sabe que la mejor decisión fue suspender operaciones, lo mejor para los clientes y para el mercado. Hemos girados cheques cabalmente a las personas, hemos atendido operaciones de traslados de portafolio. Estoy cumpliendo con mi palabra de que aquí estaba yo para devolver hasta el último centavo de los dineros que invirtieron en el mercado local. No tengo control del mercado externo.

¿Le generaron sospechas las pesquisas que se empezaron a hacer en Estados Unidos?

Las informaciones que recibimos de afuera, nunca tuvimos razones para no creerlas. Básicamente lo que se decía en su momento es que eran investigaciones de rutina, producto de la paranoia financiera. No habían razones para no creer, ellos tienen su mercado y su jurisdicción clara. No tenía razones para dudar, estábamos sujetos a la información que nos envían de afuera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para que vean que de eso tan bueno no dan tanto...

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Periodista

Bogota, Colombia
Editora financiera del diario La Republica